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Exigidos por estar en pareja y otras confusiones del amor


En estos días estuve pensando mucho en el amor. Debe ser la palabra más usada en nuestra tierra: es que, claro, ella se lleva el protagonismo en novelas, películas, cuadernos, tarjetas de buenos deseos y remeras que la estampan en todos los idiomas populares... Love, Liebe, Amor, AmourAmore... ¡Ah... tan bella palabra, tantas veces pronunciada, pero ejercida con tanta dificultad!  

Lord Byron, uno de los mayores referentes del movimiento romántico y una personalidad con un sentido del humor especial, decía que el amor es lo único que hay que ganarse en la vida, que lo demás se puede conseguir robando. En su época, él era una celebridad. Su talento poético y su atractivo físico, lo llevaron a tener al círculo social a sus pies. Indudablemente, desde que el hombre es hombre, y más allá de la tecnología, siempre se vio atraído por la belleza y el carisma, algo que lo impulsó seguir a personalidades populares que le permitieran fantasear con mejores vidas amores imposibles. 

Lord Byron salía todas las noches y se rodeaba de seres hermosos, música alegre y ruidos estridentes, pero le gustaba la soledad. "Solo salgo para renovar la necesidad de estar solo", afirmaba, y así lo imagino... en la tranquilidad de su hogar, en una galería colmada de plantas frondosas y fuentes, respirando lo suficientemente profundo como para absorber hasta la última brisa de una primavera naciente y palpando el goce del silencio y del poder fluir, sin demandas ni risas fingidas; sintiendo puro regocijo en cada fibra de su ser en soledad. Sin culpas. 

Y, acompañada por esas visiones, vuelvo a pensar en el amor. En el amor romántico, en su magia, en su dificultad, en su idealización y su manoseo. En esa simpleza que debiera conllevar, pero que le cuesta cultivar en una sociedad plagada de demandas, exitismos y exigencias. Pareciera que, a veces, tras esa búsqueda del ideal del amor, se tiende a construir castillos frágiles, muy atractivos a la vista del mundo, pero que contienen emociones vacías. Amores forzados a perdurar, para huir de las miradas penosas y la idea social del fracaso. Amores que resisten con el único fin de mostrarse felices y más realizados.  

El ideal de ser humano completo, pareciera que debe incluir formar pareja, juntarse o casarse, tener una casa, procrear hasta lucir en los autos esos perfiles de calcomanías de la familia perfecta, ideal y feliz, con perrito incluido 

Entonces, sin darnos cuenta, estar en una relación se suma a nuestras presiones de vida y se convierte, sutilmente, en otra exigencia mástal vez, sea porque es uno de los estados que más tendemos a asociar con la idea del éxito y la estabilidad.  



"Pobrecita", dicen las abuelas en referencia a sus nietas de más de 25 sin novio siquiera, aunque sin preguntarse si tener pareja es su meta en la vida, su idea de felicidad... "Ya pasó tiempo suficiente desde que te separaste, ya es hora de que te recuperes y conozcas a alguien", exclaman los celestinos, impacientes por lograr que sus amigos vuelvan al mismo estado que antes, asustados por los cambios y movidos por su idea de normalidad. "Ay, qué linda pareja la de Kennedy y Jacky", manifestaban las señoras de la época, anhelando una historia de amor que se viera tan exitosa e ideal. "El presidente de una nación debe estar casado", rezan las reglas explícitas e implícitas del mundo. "A la reunión social de trabajo hay que ir acompañado, se ve mejor", explican las bases del buen Management. "Bravo, puedo cambiar mi estatus de soltera/o a `en una relación´ en Facebook"es lo primero que piensan muchos apenas se ponen de novios, porque estar en pareja significa, supuestamente, haber encontrado el amor, "¡y qué bien se ve y cuántas felicitaciones voy a recibir!" porque la palabra amor cotiza en lo más alto de la imagen de la fortuna... justo en el margen opuesto de la soledad. 

"Tengo 27 años y nunca tuve novio", confesó el otro día una chica en una reunión. "No hay lugar en donde no me miren raro o me pregunten por mis preferencias sexuales. ¡Me observan preocupados y con lástima! Todos me quieren presentar a alguien y no entienden que yo estoy muy bien, que disfruto de mi vida, y que lo que hoy más me hace feliz es viajar sola y conocer el mundo". 

Estas palabras me quedaron resonando por días. Tal vez, lo que sucede es que estamos confundiendo amor con compañía, amor con miedo a la soledad. Y, al mirar raro a ese que anda siempre libre, espejamos nuestros propios miedos, miedos que ellos ni sienten...  

Es que, aquel que está bien consigo mismo, conforme en su piel y en sus propias conversaciones mentales, difícilmente anhele estar en pareja tan solo para llenar vacíos. Creo que, una compañía por el solo hecho de la compañía, solo complicaría los propios tiempos y estados de paz mental...        

Un día más tarde, otra chica me comentó que su prioridad hoy no era estar en pareja, ni tampoco el sexo. "Y no", pensé, "Las personas que están satisfechas con su realidadgeneralmente no buscan nada de eso de manera forzada y no les preocupa. Tal vez, y como nos suele pasar a todos, sí le quieran dar la bienvenida al amor, que no es, ni cerca, lo mismo que simplemente estar con alguien. Y ese amor, si llega, seguro sea de la mano de un ser que ame de la misma forma su propio bienestar en soledad". 



Amor. ¡Creo que tenemos tantas confusiones con esta pequeña palabra! Asociamos la falta de compromiso, a la libertad y a los deseos de un mundo privado y en soledad con la incapacidad de amar. Entonces, acusamos a aquellos seres que no quieren estar en pareja, por ejemplo, de personas egoístas, individualistas, narcisistas y centrados en su propio placer, sin darnos cuenta de que presionar a otro ser a un estado infeliz, solo porque ya es hora o por imagen social, responde más al hecho de que el otro cubra necesidades propias que debemos resolver por nosotros mismos. Y, esto, no le hace bien a nadie en este mundo. ¡Y si hay algo que necesitamos en esta tierra es más gente feliz! Cada uno de nosotros encuentra plenitud de muy diversas formas. Tal vez, también deberíamos preguntarnos si nuestra tendencia a juzgar las actitudes "demasiado libres" de los otros, no responden a deseos reprimidos, o no vividos, propios. 

Amor... sí, creo que es la palabra más importante que tenemos y la que más nos cuesta ejercer sin exigencias ni presiones. Para mí, el verdadero, es aquel que no confunde entrega con libertad. Es un estado emocional donde se elige caminar libre de a dos.      

Para despedirme les dejo este tema. Qué decir de Depeche Mode... La banda de mi vida, tal vez.  
"Si te has estado escondiendo del amor, puedo entender de nde vienes  Si has sufrido suficiente, puedo entender lo que estás pasando, puedo ver el dolor al que le temes. Y sólo estoy aquí para traerte amor libre...", dice Dave Gaham... no se pierdan de esta canción (¡y la que sigue en este concierto, de paso... ¡Todas!). 



Ustedes, ¿creen que estamos en una sociedad que nos exige estar en pareja? 
Beso, 
Cari 

Comentarios

  1. Puede ser que la sociedad "exija" estar en pareja, pero cada vez menos. Posts como éste lo confirman, ya que el subrayo de "las bondades de estar solos" es una idea que se repite bastante. Yo creo que el amor es un impulso natural del ser humano... y como tal no puede dejar de ejercerse, de practicarse, de sentirse sin un coste para el espíritu y la mente.
    En éste escrito se equipara el amor a "estar en pareja", y se resalta que "estar en pareja" muchas veces significa cambiar el estado en Facebook, o asistir a reuniones sociales acompañado. Pues obviamente, que así las cosas, el amor y el estar en pareja no parecen reportar más que beneficios superfluos, lo cual hace justificable la idea de "estar solos". Pero definir el amor en esos términos, es como decir que la amistad es "aquello que sucede entre dos personas que aparecen juntas muy a menudo en fotos de Facebook". Definida así la amistad, no parece tener un contenido muy profundo, ni parece algo particularmente deseable. Pero ¿Es eso la amistad? No. ¿Puede definirse el amor por las características y efectos que le deriva éste artículo? Yo creo que tampoco.
    Asimismo, no puedo dejar de reconocer que efectivamente al estar en pareja cualquiera puede caer en los malos usos que se describen en el artículo, pero no se puede desechar un práctica o actividad (el amor o la pareja) por tener un concepto parcial de lo que ello significa. Ésto sería, como definir a quienes están solos (o solteros) como aquellas personas que tienen miedo de enamorarse, o tienen problemas para sociabilizar, lo cuál sería un despropósito.
    En suma, estar en pareja o estar solos, es algo que debe juzgarse según sea conveniente en cada momento de la vida, pero así como no podemos ponderar como obligatorio estar en pareja, tampoco podemos incurrir en lo que yo creo es una especie de moda de sobrevalorar las bondades de estar solos, ya que como dije, según yo creo, el amor es un impulso natural del ser humano que debe ser vivido y experimentado.

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    1. Hola, entiendo perfectamente hacia donde apuntas y estoy de acuerdo en muchos sentidos. En especial de que en ciertos ámbitos ya no se juzga tanto (pero andá a un pueblo... dicto talleres a personas de varios entornos y te sorprendería escuchar las realidades y presiones que viven todavía y a lo que los lleva).

      Igualmente, (y tal vez no haya quedado tan claro en mi escrito ya que tan solo son pensamientos de domingo de cosas que voy viviendo a mi alrededor...) justamente no digo que para muchos el amor signifique realmente cambiar el estado en Facebook, por ejemplo, sino que en muchos casos directamente existe un deseo de mostrar que se está viviendo el amor, pero que el acto mismo, en varios casos, carece de profundidad. Amor, en ese escenario, representa tan solo un resultado que se muestra, un logro ponderado hacia los demás. En la misma línea, muchos permanecen en vínculos sin amor por años o se casan con el sentimiento ya muerto... porque les preocupa más mostrar que lo siguen "teniendo", aunque ya no lo estén ejerciendo. Por eso digo que, en esos casos, se confunde AMOR con el simple hecho de estar en pareja.

      En cuanto a la soledad, no la pondero como un estado ideal. Como con el amor, creo que debería ser una emoción genuina, una elección que parte desde un deseo propio y que responde a serse fiel, y no un estado para demostrar nada a nadie o un convencimiento por resignación...

      Amor, en el sentido más íntegro (abrirse al otro, pensar en el otro sin idealizaciones, mostrarse en las virtudes y defectos, acompañar, ayudar y celebrar el crecimiento del ser amado, alentar las actividades que le dan felicidad aunque no siempre nos incluya... desear proyectar y evolucionar observando al otro con empatía...), creo que es algo que todos deseamos y es la emoción más milagrosa y sublime (al menos para mí).
      Por eso, lo que digo, es que muchos eligen la soledad no porque no quieran el amor, sino porque lo que no quieren, es estar en pareja simplemente por llenar vacíos y temer la soledad. Amor es otra cosa.
      En definitiva, creo que al final del día, cada uno debería vivir como quiera respetando su identidad.

      En mi caso, hoy estoy muy enamorada, en pareja, y siento que vivo el amor. En mis años de estar sola, me preguntaban "¿por qué sola si hay tanto hombre disponible?" Y ante esa pregunta, llegaba mi certeza: "Porque no llega nadie que me conmueva. No me importa estar sola. Si elijo estar acompañada, que sea para amar de verdad".

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    2. Veo que estamos de acuerdo. Yo sólo traté de brindar un contrapunto del contrapunto. Esto es, si el "estar solo" es antídoto (o contrapunto) de la imposición social malsana de estar en pareja, no podemos convertir al antidoto o contrapunto ("estar solos") en una nueva imposición social malsana.
      Y no digo que sea eso lo que vos buscas, sino que mi comentario tendía a ser complementario. Saludos. Muy bueno el post.

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  2. Kate Beckinsale es muy guapa.

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  3. Para nuestros antepasados una fuerte natalidad lo era todo:su futuro,su plan de pensiones y su fuerza militar.De ahí creo que viene la presión por no quedarse sólo, aunque cada vez menos.Tampoco es justo presentar a nuestros ancestros como una galería de ceporros ignorantes que se cargaban de hijos.Aparte de que somos hijos de eso,su mentalidad era para todo distinta a la nuestra.Una vez aclarado esto,está fuera de toda duda que la felicidad de pareja es muy complicada,el mero hecho de la fidelidad la veo antinatural.No se trata de establecer un mundo lleno de cornudos,sino que nadie es propiedad de nadie.Y la principal ventaja que veo ser soltero es la libertad de movimientos y de estar abierto a cualquier sueño realizable.Alberigo CARACCIOLA.Los Boliches MÁLAGA).

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