Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2018

¿Vivimos confortablemente adormecidos?

Si tuvieras  la opción de   elegir   jamás volver a sentir  pena, dolor , tristeza, ansiedad, pánico, miedo,   que el corazón se te desgarre en mil pedazos u otro tipo de  emoción  que   conllev e  una   angustia profunda, a cambio  de renunciar también  a la   sensación de alegría, gozo, placer, amor, excitación, júbilo, regocijo o cualquier otro tipo de contento, ¿lo elegirías ?    Podrías estar confortablemente adormecido... Flotar por la vida impermeable a la intensidad de los pequeños y grandes momentos de felicidad, pero inmune a las aflicciones, la depresión y el desconsuelo.   ¿Lo  ele girías ?   Hace un tiempo atrás formulé esta pregunta y todos me respondieron que no, por supuesto que no. "Prefiero tener momentos de sufrimiento y momentos de felicidad, antes que renunciar a todo", me dijeron.   Prefiero sentir.   Y claro, pareciera ser una respuesta obvia a una pregunta que suena a sinsentido...   Sin embargo, a veces creo q

Acerca de la soledad

Recuerdo aquel día  tan lejano, en el que mi alma iba cargada   con el peso de mil piedras inamovi bles. Me había enroscado entre las sábanas procurando que mis pies estuvieran bien cubiertos  para que no fueran atacados por los monstruos impertinentes ,  que siempre andaban rondando  a la espera de una oportunidad. En mi corazón se había instalado una angustia inexplicable,  densa, y un sinfín de porqués sin respuesta. "No entiendo la vida, no entiendo para qué existo, no entiendo quién soy" . Entonces, l loré por todo y por nada. Las lágrimas,  alquimistas sublimes, deshicieron las piedras hasta  convertir las  en polvo para que fluyan lejos, hacia  el camino del olvido.    Respiré profundo y leí un capítulo de   Sissi, pequeña reina . Las horas pasaron, imperceptibles; el sol cayó   en un   horizonte prometedor,  y ese  capítulo se transformó en diez, en veinte , hasta que, de pronto, no quedó ni una hoja por leer  de aquel  libro . Encendí la radio y me dejé