Cuando estas palabras lleguen a otros, un año nuevo habrá comenzado.
Pero hoy, mientras escribo, todavía es 31 de diciembre de 2017 y todo se siente como extraño. Me atraviesan un sinfín de sensaciones dispares: instantes de paz, de alegría, de melancolía, así como la impresión de que todo aquello que me rodea está como suspendido, en pausa, en un estado calma previa a una tormenta que todo lo limpiará para dejar paso a una absoluta pureza y a esa mágica oportunidad de volver a empezar.
Desde que tengo memoria, y al llegar el último día del año, siempre me atravesaron sensaciones similares. Pero en este último suspiro del 2017 lo estoy sintiendo de una manera especial. Miro a mi alrededor y pareciera que todos lo vibran y perciben parecido; es como si la ciudad se hubiera convertido en un pueblo de alguna zona costera y que todos, desde el amanecer, están funcionando en cámara lenta, sumergidos en su mundo privado y en las reflexiones más profundas.
Definitivamente, los 31 de diciembre son días únicos, forasteros, desencajados. Respiro profundo y hasta el aire huele diferente; en toda esta atmósfera puedo sentir la energía de la gente caminando despacio y pensando fuerte.
Sospecho que todo se siente singular, porque este es ese día en donde todos estamos haciendo un balance, consciente o inconscientemente, pero inevitable. Demasiadas almas reflexionando juntas se perciben intensas; es un episodio que acontece una sola vez al año y me maravilla.
Observo y siento como si cada uno de los seres humanos que transitamos por la tierra, lleváramos un libro invisible bajo nuestro brazo. Y en este último día de la vuelta al sol, de pronto nos detenemos en seco para abrirlo, leer la última página escrita y darle un fin a ese tomo de la saga de nuestra vida, que contará con tantos volúmenes como años vivamos.
En algún momento del 31, cada uno de nosotros cerrará el libro imaginario, lo apoyará en el regazo, mirará hacia el cielo y pensará: ¿me gustó el final del este tomo? ¿Me atrajo la historia? ¿La hubiera escrito de otra forma? ¿Me decepcionaron los protagonistas? ¿Seguirán los mismos en el tomo que está por venir? ¿Me hizo reír, llorar, cantar, bailar, sufrir, amar, odiar, cambiar? ¿Me hizo sentir vivo?
Personalmente, siento que la historia de nuestra vida es nuestra responsabilidad y que somos los únicos que debiéramos escribirla. Hojas y hojas en blanco para llenar con pensamientos, sentimientos, decisiones, acciones y resoluciones que nos llevarán por travesías calmas o tumultuosas, según los caminos y los compañeros que elijamos.
Sin embargo, muchas veces, cuando llega el final del año y repasamos las páginas de nuestra obra, nos encontramos con varias hojas arrancadas, otras con garabatos ajenos y algunas en donde no reconocemos el estilo ni la voz del narrador: alguien habló por nosotros y nos perdimos en nuestra propia historia hasta desdibujarnos.
Es que creo que hay instantes en la vida en donde nos descuidamos y extraviamos nuestra esencia. Tan distraídos vamos en el gran reto de querernos, que los intrusos del relato nos roban por un tiempo nuestra crónica de vida. Y cuando lo hacen, escriben rarezas que no nos pertenecen y que nos provocan un caminar por paisajes que nos cuesta reconocer, alejados de nuestra identidad y fuera de nuestra propia piel. Esos son los años en donde al cerrar el tomo de nuestro libro, estamos tan decepcionados que ¡ay! cómo nos cuesta seguir.
Y hay muchos otros años, en donde nadie se lo lleva ni nos lo roba; simplemente lo perdemos.
Lo perdemos en esos días en los cuales vamos caminando por el mundo como autómatas, obedeciendo rutinas, repitiendo paisajes y programas de televisión que nos llenan los pensamientos para restringir nuestro campo de la imaginación. Semanas en las cuales sólo valen los viernes para una falsa sensación de felicidad efímera y en donde los domingos funcionan como un limbo que no encaja ni en el cielo ni en el infierno.
Y con nuestro libro de la vida perdido, amanece un fin de año en donde probablemente no haya un mirar hacia el cielo para reflexionar y sólo quepa la sensación de viernes extra de regalo para olvidar la tediosa rutina y un 1ro de enero con sabor a domingo de purgatorio potenc iado al extremo.
Si miro hacia atrás y repaso la historia de mi vida, puedo reconocer que hubo años de libros robados y otros de libros perdidos. Hoy, con orgullo, cierro la última página de este tomo con la preciosa sensación de haber escrito una obra muy propia, con aciertos y errores, con angustias y perfectos instantes de estar tocando el cielo con las manos; con acompañantes de viaje increíbles y muchos sueños cumplidos. Por sobre todo, lo cierro con la sensación de haberme reconocido en cada pasaje, de haber encontrado mi propia voz, mi identidad, mi esencia...
Y siento que en cada página en blanco que tenemos por delante, tendremos la oportunidad de escribir hermosas realidades. Por supuesto que habrá instantes tristes y complejos, pero lo importante, creo, es que tengamos la certeza de que fuimos nosotros los que elegimos para transitarlos.
Para este 2018, les deseo que no pierdan ni nadie les robe su libro de vida. Brindo por dejar de lado una existencia sedada, adormecida y porque siempre seamos capaces de alzar nuestra propia voz, sin que nadie hable por nosotros ni desdibuje nuestra personalidad.
" No puedo asegurarte cuál es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todos menos a ti mismo." -Anónimo.
Para cerrar, les comparto este tema que dice: "Tienes que levantarte, mirar a tu alrededor, mirar al cielo y seguir soñando, porque el día que dejes de soñar será tiempo de morir."
Para cerrar, les comparto este tema que dice: "Tienes que levantarte, mirar a tu alrededor, mirar al cielo y seguir soñando, porque el día que dejes de soñar será tiempo de morir."
Ustedes, ¿sintieron alguna vez que perdieron la voz propia en su historia? ¿Cómo fue que lograron recuperarla? ¿Qué sueño cumplido les gustaría que quede escrito para su 2018? En este espacio, los invito a creer y a que juntos lo volvamos realidad.
Beso,
Cari


¡Hola, Cari! También he perdido o me han robado tomos del libro de mi vida, pero hoy más que nunca siento que es todo mío, que el tomo de este año tuvo más alegrías que pesares y eso se debe a que yo he tomado todas las decisiones. En el pasado, decidían los demás por mí o me dejaba llevar por el pensamiento de otras personas (mis padres, por ejemplo), pero hoy, equivocadas o no, hago mis propias elecciones de vida y eso hace que este tomo en el libro de mi vida sea más auténtico y mejor que los anteriores. En este momento de mi vida soy feliz.
ResponderEliminarMe gusta, como siempre, lo que escribís, y me gustó mucho la canción. Te deseo un excelente 2018 y voy a seguir acompañándote en este blog. Besos, Jime.
Qué linda la capacidad de poder decir: siento que es todo mío! Sean cuales sean las elecciones, lo importante es lo que mencionas: ser auténtico. Gracias por seguirme :) beso grande!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Cari! Te sigo de tus post en la revista Oh La La... Hermoso lo que publicaste... También me pasó de haber perdido capítulos de mi tomo del libro de la vida, por suerte con la contención de mi Familia y del amor de mi vida me guiaron para que tras unos meses de hacer terapia salir adelante y volver a sonreír y vivir la vida plenamente, con miedos si, pero no con fobias o miedos que paralizan... Me pasó de paralizarme luego de recibirme de mi carrera universitaria... el tiempo me sobraba y me llenaba de cosas para no sentir vacío, eso me llevó a un estado de excesiva ansiedad, lo cual gracias a la terapia y a cambiar algunas rutinas del día a día mejoró... Hoy presto más atención a mi cuerpo, a las emociones, hago ejercicio, voy a baile y disfruto de cada momento que la vida me regala... continúo con estudios en otra carrera, pero trato de tomarmelo con calma y con el gran refrán de "todo llega".... como proyección a futuro me gustaría poder hacer algo para ayudar a la gente, algo social, todavía no encontré el espacio, pero estoy en búsqueda de eso...
ResponderEliminarTe mando un beso y espero que empieces el 2018 con todo!!
Por último propongo que cuando alguien esté perdido con su rumbo en esta vida, se siente unos minutos y escriba en un papel qué son las cosas que lo hacen feliz, luego sólo uno va a poder enfocarse al leer lo que sale del alma...
Hola! Qué lindo lo que pusiste. Muy esperanzador y lleno de lecciones de vida: no rendirse, buscar apoyo, cambiar el rumbo cuando el elegido anteriormente se siente fuera de nuestra esencia... Suena fácil decirlo, pero se requiere de mucho coraje para llevarlo a cabo. Eso de no evadir, no llenarse de cosas para no sentir vacío, es una tarea a veces compleja, pero que se puede lograr!
EliminarY me encanta tu propuesta!! Me hace acordar a mi frasquito de amor, donde guardo papelitos escritos de manera espontánea y en los que plasmo momentos pequeños y grandes del día a día que me hicieron feliz.
Gracias por acompañar por acá. Beso grande y un muy pero muy feliz 2018!!!
Hermoso lo que escribiste! Recien descubro tu blog, me encanta. No dejes de escribir y de compartirlo, iluminas a otros con lo que haces. Gracias!
ResponderEliminarPersonalmente estoy buscando recuperar el protagonismo en el libro de mi vida, siento q estoy saliendo de un sopor q me mantuvo como adormecida. No se donde me perdi, pero abrazar a mi niña interior me ayuda a encontararme con mi esencia. Vamos por este nuevo tomo!
Ayyy qué linda! Gracias por tus palabras. A veces uno se puede perder, pero lo bueno es que siempre podemos retomar nuestro sendero. Me alegra mucho que estés tras tu esencia! Beso grande y que este año te depare hermosos capítulos de vida.
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