Si tuvieras la opción de elegir jamás volver a sentir pena, dolor , tristeza, ansiedad, pánico, miedo, que el corazón se te desgarre en mil pedazos u otro tipo de emoción que conllev e una angustia profunda, a cambio de renunciar también a la sensación de alegría, gozo, placer, amor, excitación, júbilo, regocijo o cualquier otro tipo de contento, ¿lo elegirías ? Podrías estar confortablemente adormecido... Flotar por la vida impermeable a la intensidad de los pequeños y grandes momentos de felicidad, pero inmune a las aflicciones, la depresión y el desconsuelo. ¿Lo ele girías ? Hace un tiempo atrás formulé esta pregunta y todos me respondieron que no, por supuesto que no. "Prefiero tener momentos de sufrimiento y momentos de felicidad, antes que renunciar a todo", me dijeron. Prefiero sentir. Y claro, pareciera ser una res...
En el día a día, a veces es un desafío mantenerse fiel a uno mismo, a la propia esencia e identidad. Lo urgente opaca lo importante y, sin darnos cuenta, corremos el riesgo de aplazar nuestros proyectos, dudar acerca de quiénes somos y cuáles son nuestros verdaderos objetivos de vida. En este espacio propongo que tomemos las riendas, reafirmemos nuestra identidad y nos animemos a abrazar la vida para avanzar hacia nuestros sueños con paso pequeño o grande, pero decidido y lleno de amor propio.